¿Cuál es el tuyo?
Tener proyectos de vida, como…”El día que me titule” “Cuando encuentre al amor de mi vida” “Los hijos que tendré” Luego… “Sacar adelante a esos hijos” Son proyectos que nos mantienen vivos y en movimiento, dan sentido y motivación a nuestras vidas, mientras logramos la consecución de los mismos, eso es algo normal y sano, para la mayoría de las personas. El problema radica, en que cuando estos proyectos culminan, e incluso si esos planes no llegan a darse así, pareciera que un vacío se va abriendo dentro de nosotros.
Es decir, cuando la carrera profesional pareciera haber llegado a su tope, o cuando esa empresa a la que hemos entregado gran parte de nuestro
tiempo y energía nos dice adiós, en el momento en que nuestra pareja o nuestros hijos dejan de necesitarnos de la misma manera, etc. Nos damos cuenta, de que hemos pasado una vida, basando nuestros proyectos y sentido, en otras personas o circunstancias que en algún momento caducarán.
De ahí, la enorme importancia de elaborar “Proyectos de vida personales”. Esos, que no dependen de nadie más que de ti. Son aquellos que puedes basar
en alguno de los muchos talentos y dones con los que has llegado a este planeta, Es esa voz maravillosa para cantar, ese don de palabra para guiar a otros, o esa forma de bailar que cuando la experimentas, sientes que todo lo demás desaparece.
Es tu habilidad extraordinaria, para plasmar en algo artístico o intelectual tus ideas y emociones.
Es ese deporte o esos hobbies que por falta de tiempo, o por la creencia de que no reditúan dinero, has dejado de lado, sin darte cuenta, que es ti mismo a quien vives dejando en segundo plano.
Son tus sueños, los más íntimos y personales, los que te guiaran a encontrar y elaborar esos proyectos.
Es eso que podrías hacer, sin importar que no hubiese un pago de por medio, que puedes hacer durante horas y pareciera que solo han pasado minutos,
porque te fascina y te expande el alma.
Las personas, que carecen de proyectos personales de vida, sueles padecer esta sensación de vacío recurrente, cada vez que algo o alguien se va de sus vidas, temen a la soledad, como a ninguna otra cosa, porque han basado el sentido de sus vidas, en algo exterior, algo o alguien, sobre lo que no tienen control.
Yo te invito, a revisar tus sentidos de vida, y sobre ¿Qué? o ¿Quién? los has fincado. Y sobre todo, a crear tantos sentidos y proyectos personales nuevos
como puedas, eso te garantizará la alegría y la motivación suficiente, para el resto de tu vida.
¡Hasta la próxima!
Anna García Gollaz
Coach personal y de pareja.
Autora del libro “Mientras tú bebías” Ediciones Urano